Volvo C70 un sueco revoltoso

Volvo empezó a idear a mediados de los noventa, un nuevo modelo que lo metiera de lleno en la lucha con los coupe mas refinados del momento. Lo logró y ademas, de éste, nació una bella versión cabrio para el deleite de los amantes de la marca.

Que Volvo llevaba mucho tiempo sin tener un coupe como el C70 en sus filas, eran conscientes los ingenieros más avispados de la marca sueca. Además tal y como estaba en ese momento el mercado, no valía con crear un coupe con forma de «caja de zapatos», como había hecho su última vez. Se necesitaba algo más que eso, para poder luchar con los contrincantes que reinaban en ese momento y a ello había que sumarle, los que estaban por llegar.

El Volvo C70 fue desarrollado sobre la plataforma del 850

Así que Volvo se puso manos a la obra en tan ardua tarea y conjunto con TWR diseño el que a la postre se convirtió en el C70, usando como base el que era en ese momento su 850. Presentado a finales de 1996 en su versión coupe. Dos años más o menos más tarde, dieron paso a la versión cabrio, ésta con techo de lona y que se mantuvo hasta mediados de 2005 en el candelero. No así su versión coupe la cual fue cesada su fabricación a finales de 2002.

Volvo C70 habitáculo
Volvo C70 habitáculo

Con todo esto, Volvo se encontró al llegar una feroz competencia, que si bien podían hacerle sombra en algunos aspectos, en otros como por ejemplo la potencia, no era así. Y es que el modelo sueco tenía como mecánicas desde un 2.0 litros de 163 cv, pasando por un 2.5l de 193cv y culminando con el archiconocido 2.3 turbo de 240 cv, asociado a una caja automática o manual de 5 relaciones, toda una bestia en aceleraciones y recuperaciones, con potencia real desde apenas las 2.000 rpm, hasta llegadas las 6.000 rpm.

El C70 tenia motorizaciones de gasolina desde los 163 cv, hasta los 240 cv

Como curiosidad y dada la deriva que tomo el mundo de la automoción a finales de los noventa, Volvo nunca tuvo disponible para el c70 una versión diésel, ni en el coupe y mucho menos en el cabrio, algo que por contra, antes o después, si que incorporo BMW, Peugeot o Saab.

Volvo C70 cabrio
Volvo C70 cabrio

Con una velocidad punta de 250 km/h y una aceleración en el 0 a 100 km/h en algo menos de 7 segundos, ponían al C70 a la cabeza en prestaciones, respecto a sus rivales. De hecho en la mayor parte de las comparativas de la época, casi siempre se usaba la versión de 2.5 litros y 193 cv, para enfrentarla a sus coetáneos, tales como el BMW 328 ci, Peugeot 406 coupe 3.0 V6, Saab 93 turbo etc…

Tanto BMW con su e46 como Peugeot con el 406 coupe, eran los máximos rivales del Volvo C70

A nivel acabados, la firma sueca apostó por su sobriedad intrínseca, si bien se podía equipar con infinidad de extras, desde llantas BBS en 18 pulgadas, techo solar, equipo amplificado de audio, etc… La calidad de acabados quedaba algo por detrás del E46 de BMW y algo mejor, por ejemplo que la del 406 coupe de su tiempo.

Volvo C70 vista superior
Volvo C70 vista superior

A día de hoy y a falta de un año para que cumpla su 25 aniversario, el C70 sigue luciendo increíblemente bien. Su estilizada silueta, para nada aparenta el cuarto de siglo. Ademas las calidades de sus componentes siguen vigentes y podría medirse a coches bastante más modernos y actuales, sin perder un ápice de fiabilidad y dinamismo, el mismo que le ha dado la buena fama de la que goza en la actualidad.

El Volvo C70 sigue de plena actualidad, a pesar de sus casi 25 años de edad

Los C70 como cualquier modelo deportivo de su tiempo, empiezan a ser deseo de los amantes del motor en general y es por ello que tanto la versión coupe mas potente como sus hermanos en versión cabrio irán ampliando su cotización en los próximos años, con casi total seguridad.

Volvo C70 vista trasera
Volvo C70 vista trasera

No obstante en la actualidad podemos encontrar desde los 2500 euros, unidades de sus versiones más sencillas, hasta los 5/6 mil euros en las más codiciadas y en estado impecable. Por lo tanto, de momento, el modelo sigue gozando de un buen mercado de segunda mano por lo que, si es de tu agrado, te lo recomendamos totalmente como una de las mejores opciones de su tiempo. Un saludo!

Bibliografía:

Automóvil nº 262

km77 datos técnicos.

Volvo 850 T5-R “Natillas sabor a diversión”

El Volvo 850 T5-R vino sin duda a poner a la marca sueca en lo mas alto, gracias a su vigoroso motor y una gran puesta a punto de los demás componentes. El «natillas», ha sido uno de los referentes en la década de los noventa, para quién buscara un coche potente con carácter y a la vez un vehículo para disfrutar con la familia. Por eso, hoy dia es uno de los vehículos mas codiciados de los clientes afines de la marca nordica.

Si me preguntan sobre que marcas creo que están denostadas a pesar de haber creado coches muy especiales y sobre todo con mucha personalidad, esas serían sin duda Saab y Volvo. Las dos son suecas, las dos nacieron inicialmente para otra actividad diferente a la de fabricar automóviles y las dos a lo largo de su historia, han creado coches realmente potentes, capaces, pero sobre todo diferentes a la competencia más directa, entre otras cosas, porque cuando estaba de moda montar grandes bloques de gran cilindrada, tanto Saab como Volvo, equipaba a sus vehículos con mecánicas de menor tamaño, pero ayudadas por turbos, que hacían de estos, coches sencillamente espectaculares, con nervio, carácter y una “mala leche” de esa que tanto nos gusta a algunos amantes del motor. Así que hoy os traemos hasta nuestra página, uno de esos coches, que marcó un trocito de esta historia que os contamos, el Volvo 850 T5-R, más conocido como “natillas».

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Volvo 850 T5-R frontal

El Volvo 850 T5-R, representa a uno de los coches de la marca sueca con más carácter y personalidad que se han fabricado a lo largo de su historia.

 

El Volvo 850 T5-R nace a principios de 1995 y viene con las ideas muy claras: competir de tú a tú con rivales del nivel del serie 5 de BMW o los Mercedes clase E recién llegados al mercado, eso sí, demostrando en cada ápice de su creación, que es diferente y que bajo esa “piel de cordero” que aparenta en un primer encuentro visual, se encuentra un lobo con una garra demoledora. Con una mecánica de algo más de 2300 cc divididos, en 5 cilindros en posición transversal y tracción delantera, este 850 T5-R, era capaz de alcanzar unas prestaciones muy meritorias a mediados de la década de los 90. De hecho deportivos de renombre del momento sentían cierto temor a encontrarse con un T5-R, dado que este podía con su silueta cuadrada quitarles eso, el renombre.

 

Bromas aparte, el Volvo 850 T5-R con sus 240 cv de potencia, era capaz de acelerar de o a 100 km/h en menos de 7 segundos y alcanzar unas velocidad punta de 250 km/h, todo ello con una par de 330 NM entregado a partir de las dos mil rpm y que alcanzaba su cifra máxima llegados a las 4500 rpm. El peso no era bajo, en torno a la tonelada y media, pero tenemos que tener en cuenta que es una berlina media con unas medidas amplias, diseñada para un uso familiar. El consumo tampoco era su punto fuerte. En conducción normal rara vez bajaríamos de los 10l y si nos disponíamos a buscar la esencia de su fantástico motor, estas cifras se doblaban con mucha facilidad, llegando incluso a medias por encima de los 20l a los 100 km/H, algo por otra parte totalmente “soportable”, dado el nivel de satisfacción que producía llevar hasta arriba el vigoroso cinco cilindros del 850 T5-R.

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Volvo 850 T5-R parte trasera

Con un motor de 5 cilindros y 2.300 cc turboalimentado, el T5-R era capaz de poner en apuros a vehículos deportivos de mayor estatus y renombre

 

En el plano estético, este 850 T5-R, era diferenciado de sus hermanos de gama por unos paragolpes deportivos para la ocasión, un alerón deportivo en su parte trasera, además de unas llantas de 5 palos y 17 pulgadas, calzadas con unas gomas en medida 205/45/17, que unido a una sustanciosa rebaja de la suspensión de casi cuatro centímetros, le otorgaba a este 850 T5-R la rigidez suficiente para poder llevarlo al extremo en conducción deportiva, sin notar esa tendencia “morrona” que tanto aquejan los vehículos de corte deportivo y tracción delantera.

 

Ya dentro como buen Volvo, unos fantásticos asientos en piel y alcántara eran los encargados de acoger a su privilegiado propietario. Al frente un volante, que no acompaña con el carácter del coche, de 4 palos y un cuadro de marcadores con la información necesaria, aunque tampoco excesiva. A la derecha la palanca del cambio, que en el caso de nuestro protagonista podía ser manual de 5 velocidades o automática de 4, algo fuera de lugar si queríamos aprovechar el potencial de la mecánica.

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Volvo 850 T5-R habitáculo

 

El 850 T5-R además contaba con todos los elementos de seguridad habidos y por haber del momento, además de cualquier extra que se nos pasara por la cabeza, tales como: Cuatro airbags de serie, control de tracción, techo solar eléctrico, asientos deportivos en piel, elevalunas eléctricos en las 4 puertas…etc. Con todo esto el T5-R no solo demostraba que era capaz de romper cronos en tramos de montaña o circuitos, también vislumbraba que estaba concebido para disfrutar de la familia, viajar con un gran nivel de confort o usarse día a día como cualquier otro automóvil de su categoría.

A día de hoy no es fácil encontrar un Volvo 850 T5-R, dada su escasa producción y el tipo de coche que es. Aun así es un vehículo que merece la pena buscar y poseer en nuestro garaje

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Volvo 850 T5-R en circuito

En cuanto a colores hay que destacar sin duda el famoso amarillo pálido, denominado por los fetichistas de Volvo como “natillas”. Así es como mayormente se le conoce hoy en día a este coche, apelativo cariñoso referente a aquel color que hizo al 850 T5-R si cabe, aún más exclusivo y único. En la actualidad el T5-R se ha convertido en uno de esos coches ansiado por muchos, aunque no es fácil encontrar uno en buen estado, dado que quedan pocas unidades y las que salen a la venta, no siempre están como uno desearía para ir a comprarlas.

 

Con una cotización media de unos 6/7 mil euros, podemos encontrar alguna unidad en condiciones, aunque sabiendo que deberemos invertir tiempo y dinero en dejarlo a nuestro gusto. Empezando por un equipo de frenada mejor, ya que el de serie es simplemente insuficiente, también se puede mejorar la suspensión a base de equipos nuevos y de mejor calidad. A pesar de estas pequeñas imperfecciones, está claro que si tenemos la ocasión de poseer un Volvo 850 T5-R, no nos dejara de ningún modo mal sabor de boca, puesto que los suecos son especialistas en crear productos de calidad, pero sobre todo sinónimo de diversión, como lo es este T5-R