Nuestro protagonista de hoy, no es ni más ni menos que el Fiat ritmo Abarth, que para muchos de los más jóvenes del lugar quizás ni les suene, pero a los más «granados» es una de esas versiones de la marca del escorpión, que nos apasionan profundamente.
Pero vayamos a la base del coche, el Fiat ritmo a secas. Presentado en el salón de Turín de 1978, la marca Italiana venía con la intención de posicionarse en el segmento de los utilitarios, como ya lo estaban haciendo sus rivales más directos, entre ellos VW con su icónico Golf, Citroen con el Visa o Peugeot con su inminente 205 entre otros.
Con estas premisas, Fiat creó un coche más amplio que sus rivales, e incorporó mecánicas varias, tanto de gasolina como diésel. No es hasta 1981 cuando la marca italiana crea la primera versión deportiva del ritmo, a la que denomina 105 tc.

Con un motor de 4 cilindros, 1585 cc y sistema bi árbol, el nuevo ritmo rendía una potencia de 105 cv. Ese mismo año y coincidiendo con el Salón del Automóvil de Fráncfort, Fiat da el campanazo con una nueva versión mejorada de su versión más deportiva. Esta vez recurre al preparador italiano Abarth, para que cree un coche sin concesiones, capaz de batir en cualquier tramo de carretera revirada a todos y cada uno de sus rivales: El Fiat Ritmo Abarth 125 tc.
El Fiat Ritmo tuvo varias versiones hasta llegar a la versión 130 TC
En esta ocasión se recurre al motor de 4 cilindros y de 2.0 litros de cubicaje, afinado al máximo para conseguir llegar a los 125 cv de potencia a 5.800 rpm y desprender un par de 17.5 mkg a 3.500 rpm. Para ello y partiendo del bloque del Lancia Beta, se modificaron y retocaron desde las válvulas, pasando por instalar un nuevo cárter fabricado en aluminio o un nuevo sistema de escape. Todo en aras de conseguir un motor puntiagudo y con un tacto deportivo, nunca visto en la categoría.
Además se incorporó un nuevo cambio diseñado en colaboración con ZF y se instaló un conjunto nuevo de frenado con discos de mayor diámetro y autoventilados en su tren delantero. También se montaron unas nuevas llantas con medida 185/60-14 lo que garantizaba el perfecto agarre del conjunto.
Con todo esto la nueva creación de la marca italiana conseguía alcanzar los 190 km/h de velocidad punta y acelerar en 8,7 segundos de 0 a 100 km/h. En la prueba de los 1000 metros desde parado, detenia el crono en 30,2 segundos.
Con estas cifras batía al máximo exponente de la categoría, el Golf GTI, metiéndole más de un segundo en las pruebas de aceleración y superándolo en 7 km/H en términos de velocidad punta. Cierto es que esta búsqueda incesante de las prestaciones puras, lo hacía un coche más incómodo y delicado de conducir, aunque esto era lo de menos para sus afortunados clientes, que se deleitaban con las virtudes del vivaracho italiano.
Con un motor de 130 cv el Ritmo Abarth era la referencia en la categoría en cuanto a prestaciones se refiere
A mediados de 1983, es presentada la última versión de los Ritmo Abarth. Una nueva estética aún más deportiva gracias a los nuevos paragolpes más prominentes, nueva calandra delantera con cuatro faros o un nuevo alerón trasero superior, son algunos de los detalles que caracterizaban al Fiat Ritmo Abarth 130 tc.

El nuevo Ritmo había sido nuevamente revisado y ajustado por Abarth, cosa frecuente en la época por la marca italiana en sus versiones más extremas. Gracias a ello este nuevo «review» conseguía incrementar su potencia en 5 cv de potencia, sin recurrir a la inyección electrónica y manteniendo los carburadores de doble cuerpo firmados por Solex para la alimentación del bloque de dos litros.
Además se instaló un nuevo sistema a base de sondas con medición del co2 en cada colector de escape, para hacer el reglaje de estos una tarea rápida y sencilla, por lo que el coche seguía siendo totalmente eficaz y no había que preocuparse por su puesta a punto en caso de que se desajustaran los valores indicados por el fabricante.
Las prestaciones seguían siendo la referencia de su categoría, plantándose en apenas 30 segundos para recorrer los 1.000 metros y llegando a los 196 km/H, aunque como en las versiones anteriores, su mayor virtud era la gran afinación del chasis y suspensiones, haciéndolo un coche con un tacto verdaderamente deportivo.
En la actualidad las cotizaciones del modelo varían según la versión y estado, pero es difícil encontrar unidades por debajo de los 12.000 euros
En su interior el equipamiento seguía siendo de primera como ya se había constatado en las versiones anteriores. Un cuadro de mandos repleto de indicadores y testigos nos mantendría bien informados en todo momento. El volante de tres brazos de aluminio, era presidido por el logotipo inconfundible de Abarth. Su caña de dirección era regulable en altura y junto al diámetro perfecto de su volante, hacían encontrar a su piloto la posición más idónea para la conducción.

Como extras, este nuevo Abarth disponía de una amplia carta, entre los que destacaban sin lugar a dudas, unos asientos deportivos Recaro, diseñados para lo que mejor se le daba a este coche, las carreteras reviradas. Además elevalunas eléctricos o cierre centralizado también había que pagarlos en los opcionales.
Con un precio rozando el 1,600.000 pesetas, el Fiat ritmo Abarth 130 tc volvió a colocarse en lo más alto en el segmento de los utilitarios deportivos, hasta la llegada del Golf de segunda generación con el motor de 16 valvulas. Para 1988 la marca italiana decide darle el relevo al modelo, presentando lo que sería el primer Fiat Tipo.

En la actualidad, los Ritmo Abarth gozan de una gran aceptación por parte de los amantes a los «youngtimer». Como pasa muchas veces con determinados modelos, pasaron de estar casi denostados a mediados de los 90 a ser idolatrados en nuestros tiempos. Con precios que van desde los 12/15 mil euros hasta los 25/30 mil euros, dependiendo del modelo, equipamiento, kilometraje etc…
Como veis, no es precisamente barato en estos días hacerse con uno de estos, pero de poder, seguro que os encantará ese toque tan italiano que Abarth sabe conferir a sus productos con más solera.