Corrían los años 90 y yo con apenas 13 años, soñaba con ir subido a lomos de esta impresionante motocicleta. Si lo se, ahora ya no es impresionante, pero aun así, veinticinco años después, he vuelto a disfrutar como un crió con esta Yamaha TZR 80 rr, transportándome a tiempos, donde mis ansias de montar en moto, no tenían fin.
Pero vamos a centrarnos en lo realmente importante: La moto.
Esta pequeña japonesa, fue la última de una saga que allá por los ochenta inauguraron las rd 80, MBX de honda y algún que otro invento traído desde tierras italianas, que al final no tuvieron mucho éxito, básicamente por la poca fiabilidad de sus propulsores, algunos derivados de sus hermanas menores de 50 cc.
Corrían los años 90 y yo con apenas 13 años, soñaba con ir subido a lomos de una Yamaha TZR 80 RR
La TZR 80 RR supone la última evolución en la categoría de los 74 cc. Una estética totalmente renovada, respecto a su antecesora la » Deltabox «, además de mejoras en todos los aspectos de la moto, hacen de esta motocicleta, una divertida máquina, de peso reducido y componente capaces de soportar más potencia.
Un nuevo conjunto de frenos, un motor de casi 15 cv de potencia refrigerado por agua, además de incorporar un eje de equilibrado, que hace de ella una motocicleta dócil y suave, con una entrega de potencia que salvo el pequeño bache que hay en torno a las 6.000 rpm, es muy dosificable y fácil de controlar.
Respecto a la parte ciclo, como ya he comentado, todos los componentes están muy por encima del potencial de su motor. Tanto frenos, en este caso de disco en ambos ejes, no como en su antecesora, que montaba tambor trasero, como suspensiones, o sección de neumáticos, están prácticamente al nivel de las 125 cc de la generación precedente.
Un motor de casi 15 cv de potencia refrigerado por agua, además de incorporar un eje de equilibrado, que hace de ella una motocicleta dócil y suave
Ya sentados en ella, nos percatamos de que su postura para nada es incómoda. La distancia al suelo es más bien baja, hecha con los estándares de medida de los noventa donde la altura media era de 1,70 cm aproximadamente.
En el tablero de instrumentos encontramos un velocímetro tarado a 160 km/h, cuenta vueltas y varios chivatos de nivel de aceite, temperatura, punto muerto e intermitencia. Echamos en falta el de nivel de combustible, pero para solucionar esto, el grifo de gasolina, cuenta con posición de abierto y reserva.
Una vez en marcha, se nota perezosa en bajos como cualquier 2T que se precie. Eso sí, una vez llegados a las 8.000 rpm, es cuando la pequeña de las TZR tiene un sustancial cambio de carácter y un empuje muy vivo hasta llegadas las 10.500 rpm. Subir por encima de este régimen si nuestra unidad se encuentra de serie, es algo totalmente inservible y por ende perjudicial para la mecánica.
Llegados a este punto, os diré que ir de curva en curva manteniendo la aguja arriba, es como mas se disfruta esta motocicleta. Si bien es cierto, que aun no teniendo una velocidad punta abrumadora (unos 130 km/h), si que es muy válida para el día a día, ya que si nos ceñimos a las velocidades legales establecidas, iremos perfecta y fiablemente a cualquier lugar que se tercie, ya sea solos, o en compañía.
La TZR tiene un sustancial cambio de carácter y un empuje muy vivo hasta llegadas las 10.500 rpm
La TZR 80 RR nació para terminar con una saga que tantas satisfacciones, experiencias y buenos momentos nos regaló en nuestra adolescencia. Si bien es cierto que Honda intentó con su NS-1 y Derbi con su GPR sport, darle batalla a la japonesa, la realidad es que la TZR fue la última y más equilibrada de todas las 80 cc que se han fabricado.
Si tienes posibilidad de hacerte con una de ellas, o de cualquiera de sus homónimas de la época, te garantizo que no te defraudara. Dicen que a veces, menos, es más y en este caso, se cumple sin ninguna duda.