Volvo 850 T5-R “Natillas sabor a diversión”

El Volvo 850 T5-R vino sin duda a poner a la marca sueca en lo mas alto, gracias a su vigoroso motor y una gran puesta a punto de los demás componentes. El «natillas», ha sido uno de los referentes en la década de los noventa, para quién buscara un coche potente con carácter y a la vez un vehículo para disfrutar con la familia. Por eso, hoy dia es uno de los vehículos mas codiciados de los clientes afines de la marca nordica.

Si me preguntan sobre que marcas creo que están denostadas a pesar de haber creado coches muy especiales y sobre todo con mucha personalidad, esas serían sin duda Saab y Volvo. Las dos son suecas, las dos nacieron inicialmente para otra actividad diferente a la de fabricar automóviles y las dos a lo largo de su historia, han creado coches realmente potentes, capaces, pero sobre todo diferentes a la competencia más directa, entre otras cosas, porque cuando estaba de moda montar grandes bloques de gran cilindrada, tanto Saab como Volvo, equipaba a sus vehículos con mecánicas de menor tamaño, pero ayudadas por turbos, que hacían de estos, coches sencillamente espectaculares, con nervio, carácter y una “mala leche” de esa que tanto nos gusta a algunos amantes del motor. Así que hoy os traemos hasta nuestra página, uno de esos coches, que marcó un trocito de esta historia que os contamos, el Volvo 850 T5-R, más conocido como “natillas».

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Volvo 850 T5-R frontal

El Volvo 850 T5-R, representa a uno de los coches de la marca sueca con más carácter y personalidad que se han fabricado a lo largo de su historia.

 

El Volvo 850 T5-R nace a principios de 1995 y viene con las ideas muy claras: competir de tú a tú con rivales del nivel del serie 5 de BMW o los Mercedes clase E recién llegados al mercado, eso sí, demostrando en cada ápice de su creación, que es diferente y que bajo esa “piel de cordero” que aparenta en un primer encuentro visual, se encuentra un lobo con una garra demoledora. Con una mecánica de algo más de 2300 cc divididos, en 5 cilindros en posición transversal y tracción delantera, este 850 T5-R, era capaz de alcanzar unas prestaciones muy meritorias a mediados de la década de los 90. De hecho deportivos de renombre del momento sentían cierto temor a encontrarse con un T5-R, dado que este podía con su silueta cuadrada quitarles eso, el renombre.

 

Bromas aparte, el Volvo 850 T5-R con sus 240 cv de potencia, era capaz de acelerar de o a 100 km/h en menos de 7 segundos y alcanzar unas velocidad punta de 250 km/h, todo ello con una par de 330 NM entregado a partir de las dos mil rpm y que alcanzaba su cifra máxima llegados a las 4500 rpm. El peso no era bajo, en torno a la tonelada y media, pero tenemos que tener en cuenta que es una berlina media con unas medidas amplias, diseñada para un uso familiar. El consumo tampoco era su punto fuerte. En conducción normal rara vez bajaríamos de los 10l y si nos disponíamos a buscar la esencia de su fantástico motor, estas cifras se doblaban con mucha facilidad, llegando incluso a medias por encima de los 20l a los 100 km/H, algo por otra parte totalmente “soportable”, dado el nivel de satisfacción que producía llevar hasta arriba el vigoroso cinco cilindros del 850 T5-R.

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Volvo 850 T5-R parte trasera

Con un motor de 5 cilindros y 2.300 cc turboalimentado, el T5-R era capaz de poner en apuros a vehículos deportivos de mayor estatus y renombre

 

En el plano estético, este 850 T5-R, era diferenciado de sus hermanos de gama por unos paragolpes deportivos para la ocasión, un alerón deportivo en su parte trasera, además de unas llantas de 5 palos y 17 pulgadas, calzadas con unas gomas en medida 205/45/17, que unido a una sustanciosa rebaja de la suspensión de casi cuatro centímetros, le otorgaba a este 850 T5-R la rigidez suficiente para poder llevarlo al extremo en conducción deportiva, sin notar esa tendencia “morrona” que tanto aquejan los vehículos de corte deportivo y tracción delantera.

 

Ya dentro como buen Volvo, unos fantásticos asientos en piel y alcántara eran los encargados de acoger a su privilegiado propietario. Al frente un volante, que no acompaña con el carácter del coche, de 4 palos y un cuadro de marcadores con la información necesaria, aunque tampoco excesiva. A la derecha la palanca del cambio, que en el caso de nuestro protagonista podía ser manual de 5 velocidades o automática de 4, algo fuera de lugar si queríamos aprovechar el potencial de la mecánica.

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Volvo 850 T5-R habitáculo

 

El 850 T5-R además contaba con todos los elementos de seguridad habidos y por haber del momento, además de cualquier extra que se nos pasara por la cabeza, tales como: Cuatro airbags de serie, control de tracción, techo solar eléctrico, asientos deportivos en piel, elevalunas eléctricos en las 4 puertas…etc. Con todo esto el T5-R no solo demostraba que era capaz de romper cronos en tramos de montaña o circuitos, también vislumbraba que estaba concebido para disfrutar de la familia, viajar con un gran nivel de confort o usarse día a día como cualquier otro automóvil de su categoría.

A día de hoy no es fácil encontrar un Volvo 850 T5-R, dada su escasa producción y el tipo de coche que es. Aun así es un vehículo que merece la pena buscar y poseer en nuestro garaje

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Volvo 850 T5-R en circuito

En cuanto a colores hay que destacar sin duda el famoso amarillo pálido, denominado por los fetichistas de Volvo como “natillas”. Así es como mayormente se le conoce hoy en día a este coche, apelativo cariñoso referente a aquel color que hizo al 850 T5-R si cabe, aún más exclusivo y único. En la actualidad el T5-R se ha convertido en uno de esos coches ansiado por muchos, aunque no es fácil encontrar uno en buen estado, dado que quedan pocas unidades y las que salen a la venta, no siempre están como uno desearía para ir a comprarlas.

 

Con una cotización media de unos 6/7 mil euros, podemos encontrar alguna unidad en condiciones, aunque sabiendo que deberemos invertir tiempo y dinero en dejarlo a nuestro gusto. Empezando por un equipo de frenada mejor, ya que el de serie es simplemente insuficiente, también se puede mejorar la suspensión a base de equipos nuevos y de mejor calidad. A pesar de estas pequeñas imperfecciones, está claro que si tenemos la ocasión de poseer un Volvo 850 T5-R, no nos dejara de ningún modo mal sabor de boca, puesto que los suecos son especialistas en crear productos de calidad, pero sobre todo sinónimo de diversión, como lo es este T5-R

Autor: J. Rubio

Soy un enamorado del motor en general y de los vehículos clásicos y motocicletas en particular.Espero poder dedicarme a esto algún día profesionalmente. Mientras tanto tendremos este rinconcito para compartir artículos sobre todo lo que tenga relación con el mundo de la automoción.

3 opiniones en “Volvo 850 T5-R “Natillas sabor a diversión””

  1. Buenas tardes, te felicito por tu buen gusto a la hora de escoger coches para tu blog. Sí, yo tengo un 850 R 😉

    Tengo mi R desde junio de 2012. Es una unidad de Diciembre de 1995, color turquesa (¡muy discreto!), con cambio automático, y que probablemente venderé en breve. ¿Para hacer hueco a otro coche? Quién sabe, el dinero no dura mucho en las manos de un aficionado a los coches.

    El Volvo 850 T-5/T-5 R/ R fue una brillante idea de marketing de Volvo, la marca estaba en aquellos años intentando deshacerse de su imagen de coche de abuelito y buscando compradores más jóvenes. Pero por una feliz coincidencia (o no) acabó siendo también un brillante coche. El motor cinco cilindros es una joyita, el coche es un tiro incluso con cambio automático, y sigue teniendo las virtudes Volvo de amplitud, comodidad, silencio de marcha, seguridad, etc. etc. Únicamente la puesta a punto del chasis no es perfecta, pues siempre he notado cierta falta de precisión, pero no puedo quejarme, pues tampoco es que yo sea Gilles Villeneuve al volante precisamente.

    Seguramente habrá berlinas de su época aún mejores, quizá determinas versiones del BMW E34 o del Mercedes W124, pero hay algo en el 850 T-5R/R, probablemente su carácter, o su espíritu «outsider», que lo hace enormemente atractivo.

    Tras cuatro años y medio creo que es momento de pasar mi R a otro aficionado como yo, y quizás lanzarme a la búsqueda de mi unicornio personal, eso ya lo veremos. Pero es un coche que siempre tendrá un rinconcito en mi cabeza.

    Un saludo.

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