De un tiempo a esta parte el mundo de los vehículos está entrando en una desenfrenada lucha tecnológica, ecológica y por qué no decirlo autónoma. Ya no se busca fabricar coches con cambio manual ni motores grandes atmosféricos de muchos cilindros en el mismo bloque. Eso parece que ha pasado a la historia y al parecer el público cotidiano requiere todo lo antes mencionado en la nueva generación de automóviles entre los que se encuentra este Porsche Boxster.

El Porsche boxster 986 representa la vuelta de la marca a los roadster
El caso, es que no estamos muy seguros de si eso es cierto totalmente y la prueba de ello es que vehículos como el que hoy os traemos o similares, tipo BMW Z3, Z4 primera generación, incluso los archiconocidos miata de Mazda, son cada vez más reclamados y sus cotizaciones suben por momentos. La cuestión es que todo esto tiene un por qué y no es más que hay muchísima gente llámenles, puristas, anticuados o románticos, prefieren cilindros y grandes bloques, a motores turbados con ínfimas cilindradas y potencias sacadas a base de centralita y presión por todos los lados. Así, de esta manera modelos como el que os traemos cada vez son más buscados… y no sin razón.
Desde sus inicios el Boxster se presentó como un roadster puro. A diferencia de sus hermanos de gama que eran coupes y presentaban antes o después la versión cabrio. El 986 es un roadster con capota de lona, con la opción de adquirir un “hard-top” y convertir de este modo su techo en rígido.

El Boxster 986 tiene potencias comprendidas desde los 2o4 cv, hasta los 260 cv de la versión «s»
El Porsche Boxster 986 (nomenclatura que uso la marca para denominar al modelo inicial), se presentó en 1996 con la archiconocida configuración “made in Porsche”, de motor atrás con arquitectura bóxer y por supuesto tracción trasera. Con una cilindrada inicial de 2.5l y 204 cv, esta fue subiendo paulatinamente hasta llegar a los 3.2 litros y 260 cv de la versión “S”, bajo nuestro entender la más adecuada y simplemente perfecta, para mover con alegría la ligera carrocería del coche.
Entre medias de la mecánica base y la tope de gama también hubo un 2.7l que rendía la nada despreciable cifra de 220 cv en su versión inicial y 228 cv en el restyling al que sometieron al boxster sobre el año 2002 y con el que se mantuvo hasta 2005 aproximadamente cuando se presentó la nueva generación denominada 987.

El 986 se fabricó hasta finales de 2004, cuando fue sustituido por su sucesor el 987
Como ya hemos comentado de comprar un 986, no lo dudaríamos e iríamos a por la versión tope a ojos cerrados. Primero porque es la más potente y rinde unas prestaciones realmente buenas. Con una velocidad punta de 260 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en menos de seis segundos, podéis estar seguros que no os aburrireis a sus mandos.
Segundo porque estéticamente es el más modernizado y actual. Con detalles como las ópticas de intermitentes en blanco o su inconfundible doble salida de escape por la parte central de su trasera. Dentro un volante de tres radios forrado en cuero, o el fondo de sus marcadores en color blanco, le dan un inconfundible aire racing, que hacen sacar al «malote» que llevamos dentro, en cuanto giramos con la mano izquierda el contacto y escuchamos su peculiar bramido tan Porsche. Además la versión S monta una caja de cambios de seis relaciones, bastante mejor a la hora de sacarle el máximo partido a su motor y con unos consumos más ajustados.

Los precios del Boxster 986, van desde los 7/8 mil euros hasta los 14/15 mil euros de las versiones más modernas y potentes
Por último, porque está claro que de cara a revalorizarse las versiones tope son las que mejor lo hacen y es evidente que el Porsche boxster S en unos años, va a ser cada vez más demandado por su arquitectura motor de seis cilindros y no de cuatro con turbo como es el actual boxster 718, mecánica que no ven con muy bueno ojos los porschistas de rancio abolengo, ya que sienten que se está traicionando la filosofía que lleva usando la marca desde los inicios.
Las cosas a mirar en estos coches no son muchas, pero si muy importantes, ya que de tener que repararlas, se nos puede ir un gran pellizco. La mayor pega de los boxster es el famoso IMS, del que se ha hablado largo y tendido en publicaciones del motor, foros, etc…es un rodamiento que va instalado en el árbol intermedio y de romperse hace caer el árbol, con la consiguiente rotura de motor.

Para ello, varias empresas externas a la marca crearon un refuerzo con doble rodamiento que soluciona el problema. Así que si la unidad que vayamos a probar no lo lleva cambiado, deberíamos de cambiarlo nosotros. Esta operación en talleres especializados está sobre unos 2000 euros, cantidad que entonces deberemos de sumar a la compra del vehículo.
Los Boxster 986 deben de ser bien revisados antes de su compra, así que recomendamos una buena prueba taller antes de adquirir el modelo deseado
Como en cualquier roadster, debemos de comprobar que la capota (de lona), se encuentra en buen estado, además del cristal trasero que en el caso de los Boxster es de plástico y con el sol se pone amarillento e incluso se llega a agrietar. Las pérdidas de aceite también son comunes en estos motores, así que deberíamos de cerciorarnos con un exhaustivo examen ocular en un elevador de que no las hay.

Por supuesto y como siempre recomendamos, en este tipo de coches es esencial que el vendedor nos pueda demostrar el mantenimiento del mismo, ya sea con facturas o libro de revisiones, da igual. Lo que no os debe valer es que os diga que el mantenimiento se la hace su primo en su cochera y no tiene facturas para demostrarlo. Si es así, salir corriendo directamente, os ahorrareis disgustos futuros.
En el momento actual los precios en el mercado de ocasión van desde los 8/9 mil euros de una versión básica a los 14/16 mil euros de un “S” en buen estado y no muy cargado de kilómetros. Por supuesto no escatiméis en buscar una unidad en el mejor estado posible, ya que luego lo ahorrareis en facturas de revisiones y cambios de piezas de desgaste.